Sin discreción: Contra la militarización de la vida.



“SIN DISCRECIÓN”: Contra la militarización de la vida.

¿Por qué una campaña?

Creemos que el militarismo es la idealización de las fuerzas militares como única fuente de seguridad y de consecución de la paz a través de la fuerza y de las armas. El militarismo es para nosotras y nosotros la preparación de las y los colombianos para la reproducción de valores, perspectivas e ideales militares sobre las expectativas y lógicas de la sociedad en general; lo anterior, emanado desde las estructuras de poder que emplean la militarización como herramienta potencializadora de las fuerzas armadas, logrando así, en esta lógica, el desdibuje de la configuración del territorio y de la vida misma. 

Entendemos  la militarización como una estrategia geopolítica para la dominación, apropiación y despojo del territorio, sus recursos y riquezas que serán acumuladas al sistema económico capitalista. El militarismo es en sí mismo, y sus mecanismos, un plan para la muerte y para la guerra que invade la cotidianidad de las y los colombianos, controlan la sociedad y termina en la violación de nuestros derechos fundamentales. Las y los jóvenes de nuestro país somos bombardeados por el sistema y por una guerra que no nos pertenece, esto afecta varias dimensiones del desarrollo personal y de las expectativas de vida;  somos reclutados de manera selectiva y obligatoria, lo que limita un proyecto de vida alternativo y el derecho a decidir, basado en principios éticos y en nuestra formación. Los falsos positivos, la limpieza social y la presencia de paramilitares en los barrios y en el sector rural nos perjudican y nos hace víctimas directas del conflicto social, político y armado, violentando nuestro derecho a vivir dignamente. 

Bajo la lupa de esta sociedad y sus valores militaristas, las y los jóvenes de los movimientos populares en general, y estudiantiles en particular, somos criminalizados y estigmatizados, criminales por pensar, vestir, hablar y actuar distinto, por decidir no seguirle la corriente a este sistema de guerra, somos víctimas de señalamientos, juzgamientos y abusos de la fuerza pública. Hay en nuestra sociedad una idealización del trabajo militar como única opción de vida estable económica y socialmente, por lo que miles de jóvenes asumen la guerra como vida y profesión, para miles de familias en Colombia que su hijo o hija hagan parte de las fuerzas militares aún a costa de sus sueños e ideales de vida, es un seguro. La captación de las y los jóvenes para las redes de informantes y soldados campesinos, entre otras, son parte de las afectaciones del militarismo en la juventud de nuestro país.

OBJETIVO GENERAL.

Como juventud organizada tenemos el desafío de romper con el miedo y el terror infundido por los elementos ideológicos y sociales de la militarización, este es el régimen que nos tocó vivir, pero también es el régimen que estamos dispuestos a enfrentar, de tal manera delineamos la campaña “Sin Discreción”: Contra la militarización de la vida, con el fin de romper cualquier forma de militarización  sobre nuestros territorios y sobre la vida misma, buscando sensibilizar a la sociedad colombiana de la problemática a las que conlleva  sus causas y consecuencias desde un trabajo de difusión, visibilización y denuncia que generen acciones y resultados concretos.

OBJETIVOS ESPECIFICOS.
 
·     Establecer un dialogo con respecto a la problemática de la militarización de la vida en la sociedad colombiana, sus consecuencias, alcances e incidencia en la garantía de una vida digna.
·     Impulsar la realización de acciones culturales, comunicativas que colaboren en la difusión en red frente a la militarización de la sociedad  y la exigibilidad de una vida digna.
·        Incentivar la comunicación y articulación  de organizaciones juveniles y sociales que puedan sumarse aportando y consolidando  esta campaña  y los objetivos de la plataforma de  la Minga Juvenil.
·        Establecer estrategias comunicativas que visibilicen herramientas jurídicas existentes y propuestas de alternativas frente a este tema.

EJES DE ACCIÓN:


EJE 1:
Abolición del servicio militar y de la obligatoriedad de la libreta militar.

TEMAS:

1.      Servicio Militar Obligatorio (SMO)
2.      Libreta militar.

JUSTIFICACIÓN.

“Cuando ya no existan ejércitos ni puedan reclutar a nadie y ninguno de nosotros se ofrezca para la guerra, ésta se acaba porque no hay cómo alimentarla”. 
  
La juventud colombiana ha sido el principal alimento para la prolongación de la guerra en nuestro país. La obligatoriedad del servicio militar ha llevado a engrosar las filas del ejército nacional, la policía y otras fuerzas que alientan la construcción de paz a través de la victoria militar sobre el enemigo; que en nuestro contexto ha tomado las más diversas caras y formas que han permitido extender la inmensa lista de casos de violaciones de DDHH.

Oponernos a la guerra, queremos decir a la prestación del SMO y la prolongación del conflicto armado, no es una decisión a priori que carezca de motivos de peso. Creemos que en este país es infructuoso alimentar la guerra cuando no tenemos oportunidades de desarrollarnos como sujetos; cuando la desigualdad social nos arrebata oportunidades laborales, educativas, de salud y nos pone de frente el servicio militar obligatorio como la “alternativa” para obtener mejores condiciones sociales (principalmente económicas). 

La imposibilidad del acceso y permanencia universal a la educación superior o de un trabajo digno por la necesidad de obtener la libreta militar, hace que muchos jóvenes vean en la salida militar una posibilidad de ascenso social; lo cual nos parece, a quienes tenemos que encarar estas situaciones cotidianamente, que carece de todo sentido humano. Además, quienes no vemos esta salida, quienes objetamos a ella, vivimos en una carrera por arrebatarle a la desigualdad social lo que nos pertenece, decimos carrera porque es la que debemos emprender al momento de una batida, que aun siendo prohibidas por el DIH se siguen practicando en las ciudades de nuestro país. Como animales vamos siendo buscados y subidos al camión para elevar las cuotas de reclutamiento en los distritos y el ministerio de defensa, principales responsables de la situación. Objetamos al SMO porque ser carne de cañón no puede seguir siendo para muchos jóvenes hoy la única posibilidad de superar la desigualdad social.




EJE 2:
Rechazo a la criminalización de la protesta y a la estigmatización de la identidad, cultura y organización juvenil.


TEMAS:

1.      Criminalización de la protesta
2.      Estigmatización juvenil:
·         Organización.
·         Identidades.
·         Cultura.

JUSTIFICACIÓN.

Rechazamos la criminalización y la estigmatización de las diversas actividades artísticas, culturales, de organización, de expresión, entre otras, porque las consideramos como parte esencial de la formación y desarrollo integral de los y las jóvenes. De esta manera,  reconocemos las expresiones populares de protesta como actos reivindicativos legítimos y negamos la legalidad de las políticas implantadas por las Doctrinas Estatales que responden por vía de la fuerza pública y la criminalización, desconociendo y negando los derechos humanos; ejemplo de ello son las reformas hechas al Código Penal y de Procedimiento Penal, donde por medio de la Ley de Seguridad Ciudadana (ley 1453 de 2011), se incorporan sanciones con cárcel para quienes por medios “ilícitos” obstaculicen vías, obstruyan y dañen el transporte público, reconociendo únicamente las movilizaciones que se realicen con permiso de la autoridad competente en el marco de la Constitución Política.

Por otra parte, concebimos la libertad de expresión no solo como una realización personal o individual, sino como una deliberación colectiva de interés de participación de los asuntos políticos, lo que al parecer resulta incómodo y hasta amenazante para los Gobiernos acogidos a las Doctrinas militares, quienes por medio de políticas de “Seguridad Nacional” buscan frenar cualquier indicio de inconformismo por parte del pueblo, generando implicaciones bastante antidemocráticas y negando inclusive el derecho de la sociedad a organizarse, según la Constitución Política de 1991 en su artículo 38: “Se garantiza el derechos de libre asociación para el desarrollo de las distintas actividades que las personas realizan en sociedad”, involucrado aquellas de  expresión artística y cultural. La organización se convierte en una herramienta de protección del pensamiento y la opinión personal, y en la construcción de ideales y accionares colectivos, lo que también genera un descontento para el Estado y por lo cual actúa para eliminarlo.

Defendemos los derechos humanos, como reivindicaciones de dignidad y reconocimiento que no solo están enmarcados en el derecho y la protección de la vida, sino que también se reflejan en la garantía de las libertades de expresión, asociación, organización y disfrute de los mismos, por eso rechazamos la criminalización y estigmatización de los y las jóvenes en el ejercicios de sus derechos.


EJE 3:
Contra el abuso de autoridad por parte de la fuerza pública y organismos del estado.


TEMAS:

1.      Abuso de autoridad:

·         Policía Nacional (ESMAD – Policía Militar – GOES - Auxiliares)
·         Ejército Nacional
·         INPEC

JUSTIFICACIÓN.

Como campaña Sin Discreción rechazamos todo tipo de abuso de autoridad por parte de la fuerza pública y organismos del estado entendidos como Policía Nacional, ESMAD, Policía Militar, GOES, auxiliares y Ejército Nacional; los cuales en innumerables ocasiones han ejercido y siguen ejerciendo acciones ilegales en nombre de la autoridad que les delega el estado, acciones que vulneran el bienestar e integridad de los ciudadanos y en particular de los jóvenes.  

Repudiamos el abuso de autoridad ejercido en detenciones arbitrarias, ejecuciones extrajudiciales, y desaparición forzada entre otros tratos crueles e inhumanos, prácticas que van en contra de cómo debería actuar un estado que se declara garante, protector y defensor de derechos velando por el bienestar de todos sus ciudadanos, pero que en contextos como el colombiano también ha sido de manera sistemática uno de los principales violadores de derechos, ejerciendo una soberanía donde prevalecen intereses particulares y privados de las elites gobernantes y empresariales que al ver en riesgo el poder ideológico que les garantiza legitimidad, y se ven en la necesidad de mantener el orden previamente establecido, poniendo entonces a su favor el uso del monopolio legítimo de la violencia.

Consideramos que el abuso de autoridad empleado particularmente con los y las jóvenes  obedece a una estigmatización que recoge múltiples razones como nuestra construcción  identitaria,  ideologías, apuestas políticas y condiciones económicas que derivan también en un prejuicio social que termina legitimando dichos abusos, violando derechos como la libre expresión, desarrollo de la personalidad, integridad, buen nombre.

Es importante que ante estos sucesos se haga el debido seguimiento y se dé a conocer de manera pública los hechos cometidos y su relevancia en la vida social. Se garantice el debido proceso y se judicialice a quienes abusen de su autoridad. Se supriman las leyes  represivas que atenten contra de la integridad de los jóvenes tanto en la ley de infancia y adolescencia como en la ley de seguridad ciudadana, entre otras.
De igual forma se pretende el desmonte del ESMAD y la UPJ para los jóvenes considerando que tales aparatos se han destacado por un uso desmedido y brutal de la fuerza, los cuales han cometido un sin fin de violaciones a los derechos humanos y a las libertades democráticas, que van desde las lesiones personales hasta asesinatos. Contando con total impunidad justificándose en su rol  de autoridad y orden civil.
Y por esto a través de acciones como recopilación de casos de abuso de autoridad, seguimiento informativo, elaboración de informes de Derechos humanos, estrategias de sensibilización y visibilización y talleres de mecanismos de protección hacia los jóvenes. Pretendemos efectuar cambios y actuar frente a nuestra realidad.  

  

EJE 4:
El cuerpo de la mujer no puede seguir siendo territorios de violencia
 ni “botín para la guerra”

TEMAS:
1.      Dinámicas culturales y valores militaristas que promueven los estereotipos   de      género que acentúan la discriminación hacia la mujer.
2.      Violencia y vulneración de derechos sexuales y reproductivos de la mujer en situación de conflicto armado. 
3.      La mujer objetora de conciencia en prácticas militares.

JUSTIFICACIÓN:
Entendiendo el patriarcado como “La institucionalización de la dominación masculina en estructuras verticales, con muy elevadas correlaciones entre género y posición, legitimadas por la cultura (en religión y lenguaje, entre otros)”, los valores militares y de la militarización son los valores del patriarcado exaltados en su máxima expresión. El patriarcado es una forma de violencia estructural, entendiendo esta como “aquellas condiciones sociales, en virtud de las cuales las personas sufren daños o mueren prematuramente a causa del orden social imperante”, por lo que incluye todo lo relacionado con la estructura social que hace daño a personas o grupos de personas. Si bien, la protección de la integridad del hombre  y la realización de todo lo que resulte socialmente deseable para él, son la base de los valores de la masculinidad hegemónica que fundamentan la estructura social permanentemente, dichos valores se acentúan en los contextos en los que se alimenta la guerra y se nutre la cultura de violencia.

Abiertamente los valores militaristas son el respeto, honestidad, lealtad, prudencia, solidaridad, honestidad, valor y la constancia, sin embargo es bien sabido que esos valores están lejos de ser interiorizados y ser practicados tanto en el ejércitos mismo como en la sociedad, dando lugar a la práctica de los verdaderos valores que fundamentan la hegemonía masculina propia de la  militarización, por un lado la protección de la integridad masculina que fortalece el estereotipo masculino,  que los “hombres de verdad” son rudos, fuertes y dominantes; y por otro lado la realización de lo deseable para el hombre, es decir la asignación de juicios de valor a una u otra conducta está condicionada por todo aquello que le resulta si placentero al hombre. La acentuación de la dominación,  del patriarcado va en detrimento de la autorrealización de nosotras las mujeres generando más conflictos, estos conflictos regulados por las vías de la hegemonía masculina generan violencia,  pues nosotras ya no somos las sumisas que hemos sido históricamente, no nos conformamos con un rol pasivo en lo que concierne la vida.



EJE 5:
Exigimos la desmilitarización de los territorios.


TEMAS:
1.      Control territorial en el campo y la ciudad.
2.      Dinámicas culturales VS Militarismo.
3.      Micro-tráfico y modelo de ciudad.
4.      Bienes naturales y privatización.



JUSTIFICACIÓN:
Comprendemos y defendemos el territorio como el lugar en el que pueblos y comunidades construimos poder. Donde establecemos nuestras relaciones, construimos nuestras identidades y cultura, proyectamos nuestras propuestas y alternativas,  exigimos y construimos gobierno propio, economías populares, entre otros. Razón por la cual rechazamos el despliegue de fuerzas militares y paramilitares que ejercen control territorial, alterando las dinámicas sociales, culturales, económicas y políticas de los territorios y sus poblaciones. Creemos que la militarización de los territorios se ejerce con el objetivo de desequilibrar las relaciones de fuerzas entre las comunidades y quienes buscan instaurar proyectos territoriales contradictorios a los que históricamente hemos construido los pueblos y comunidades. Así comprendemos que el territorio también es producto de una relación desigual de fuerzas, en el que la militarización y la paramilitarización pretenden asegurar las dinámicas de saqueo de los bienes comunes naturales,  controlar corredores estratégicos, controlar poblaciones mediante la expansión del terror,  imponer dinámicas culturales de dominación y homogeneización,  destruir la autonomía de las comunidades y violentar su soberanía, entre otros aspectos funcionales al aseguramiento de los intereses de transnacionales, grandes empresarios y oligarcas. Situación agravante en un contexto de conflicto armado que lleva más de medio siglo, y que ha sido prolongando para asegurar los intereses de las clases dominantes del país mediante las dinámicas de guerra y terror.

Por lo cual, nosotrxs como jóvenes rechazamos la presencia armada en nuestros territorios, el desborde de las fuerzas militares sobre la población civil, del gasto bélico sobre el gasto social en educación y salud, la construcción de infraestructura militar en los territorios, el ejercicio del control territorial por fuerzas militares y paramilitares, la construcción de fronteras invisibles ajenas a las comunidades e insertas en dinámicas de micro y narcotráfico y contrabando, la imposición de una cultura militarista sobre la identidad de nuestros pueblos, la privatización y saqueo de nuestros bienes comunes naturales y, la expulsión violenta y masiva de nuestros territorios. Nosotxs como jóvenes nos sentimos identificadxs con nuestros territorios, nuestras tradiciones, nuestras prácticas ancestrales pacíficas y nuestras distintas propuestas contraculturales y artísticas, por ello exigimos la desmilitarización de los territorios,  porque creemos firmemente que la militarización  de nuestras comunidades y territorios no son necesarios y mucho menos se asocian a la idea de seguridad o bienestar, todo lo contrario atentan contra la integridad física, moral, espiritual y psicológica de nuestro ser individual y comunitario.

Por ello creemos que es necesario aunar esfuerzos en la exigencia por la desmilitarización de los territorios, el desmonte real del paramilitarismo, la disminución significativa de la fuerza pública, el aumento en la inversión del PIB en el gasto social y la disminución del mismo en el gasto militar.  Y continuar en la ardua tarea de fortalecer y multiplicar la construcción de Planes de Vida Digna en el campo y la ciudad, para jóvenes y hacia toda la comunidad, como herramientas para el afianzamiento de nuestro poder en nuestros territorios; y con Planes de Economía Propia y Autogestión, que fortalezcan la autonomía de lxs jóvenes ante las redes de la economía ilegal que absorben sus proyectos de vida.  Para así contribuir en la construcción de una nueva sociedad, una de verdadera paz, con justicia social, solidaria y fraterna que garantice y reconozca los derechos fundamentales de las personas y vele por una seguridad real de los territorios.


No hay comentarios:

Publicar un comentario